CURITI, SANTANDER , COLOMBIA
TIERRA DE LAS BRUMAS Y BELLOS ATRADECERES
Una mezcla de poesía, magia y tradición envuelve un paisaje exótico que se perfuma con aroma de café, y se engalana con el verdor de los tabacales que adornan un valle fresco bañado por cantarinas aguas de la quebrada que como el, lleva su ancestral nombre: Curitì.
Sea esta la oportunidad para presentar al pueblo curiteño y en especial al sector educativo una parte de su historia y de su presentar vivo, pues a pesar de que muchos curiteños de nacimiento o de adopción habitamos este suelo, no conocemos nuestra realidad (fortalezas, necesidades, oportunidades); y, de esta manera es imposible proyectar el futuro del municipio , representado en los cientos de niños y jóvenes que día a día con el esfuerzo, ética y profesionalismo de nuestros docentes a quienes se les da la posibilidad de intervenir y ayudar a construir los sueños y retos de nuestros niños y jóvenes.
El pueblo de las poesías guarda en las páginas de su historia memorables momentos, encuentros y situaciones que le convierten en un escenario de naturaleza sin igual. La tierra del reconocido periodista Alejandro Galvis Galvis, dio vida y abrigo hasta su lecho de muerte al abogado Francisco Santos Galvi, (padre del expresidente de Colombia Eduardo Santos); sirvió de inspiración al gran poeta universal y romántico Ismael Enrique Arciniega, formo el espíritu regio y activo de don José María Rueda Gómez, Conde de Cuchicute y Guanenta, doto de ímpetu y virtud a Sildana Díaz, la primera mujer soldada de Colombia, colmo de valentía y coraje a los militares: Heliodoro Rodríguez Galvis, Urbano Castellano y Pedro Soler Martínez y alimento la consagración y entrega del médico epidemiólogo Augusto Gast Galvis, merecedor de la medalla cívica al merito asistencial en el año 1966; así como de otros grandes que se han esmerado en enaltecer día a día la historia de su terruño.
En su cabecera municipal, la historia se erige en magnificas construcciones coloniales, en cuyos muros se oye el sentir del suspiro emotivo de la historia de amor sin testigo, del verso sin escribir, del ideario del político y los miles de sueños de libertad y de igualdad que quedaron cautivos en la fresca brisa que baja de la mañana, a deambular por las calles empedradas que custodian sus secretos.
En ese sueño de cielo azul, de miradas cálidas, sonrisas amplias y enigmas seductores, es el paraíso en la tierra para Santander, Colombia y el mundo.
Sea esta la oportunidad para presentar al pueblo curiteño y en especial al sector educativo una parte de su historia y de su presentar vivo, pues a pesar de que muchos curiteños de nacimiento o de adopción habitamos este suelo, no conocemos nuestra realidad (fortalezas, necesidades, oportunidades); y, de esta manera es imposible proyectar el futuro del municipio , representado en los cientos de niños y jóvenes que día a día con el esfuerzo, ética y profesionalismo de nuestros docentes a quienes se les da la posibilidad de intervenir y ayudar a construir los sueños y retos de nuestros niños y jóvenes.
El pueblo de las poesías guarda en las páginas de su historia memorables momentos, encuentros y situaciones que le convierten en un escenario de naturaleza sin igual. La tierra del reconocido periodista Alejandro Galvis Galvis, dio vida y abrigo hasta su lecho de muerte al abogado Francisco Santos Galvi, (padre del expresidente de Colombia Eduardo Santos); sirvió de inspiración al gran poeta universal y romántico Ismael Enrique Arciniega, formo el espíritu regio y activo de don José María Rueda Gómez, Conde de Cuchicute y Guanenta, doto de ímpetu y virtud a Sildana Díaz, la primera mujer soldada de Colombia, colmo de valentía y coraje a los militares: Heliodoro Rodríguez Galvis, Urbano Castellano y Pedro Soler Martínez y alimento la consagración y entrega del médico epidemiólogo Augusto Gast Galvis, merecedor de la medalla cívica al merito asistencial en el año 1966; así como de otros grandes que se han esmerado en enaltecer día a día la historia de su terruño.
En su cabecera municipal, la historia se erige en magnificas construcciones coloniales, en cuyos muros se oye el sentir del suspiro emotivo de la historia de amor sin testigo, del verso sin escribir, del ideario del político y los miles de sueños de libertad y de igualdad que quedaron cautivos en la fresca brisa que baja de la mañana, a deambular por las calles empedradas que custodian sus secretos.
En ese sueño de cielo azul, de miradas cálidas, sonrisas amplias y enigmas seductores, es el paraíso en la tierra para Santander, Colombia y el mundo.
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